El Dr. Carlos Chávez, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, investigador asociado del centro INCAR-Fondap e integrante del Editorial Board de la revista “Aquaculture Economics & Management” se refiere a los desafíos y oportunidades de la industria.
La acuicultura es un rubro con un importante crecimiento en Chile. Las oportunidades de negocios son amplias pero también hay diversos desafíos vinculados, entre otros, a las externalidades de esta actividad.
En el país, la acuicultura se ha desarrollado de manera importante en un período relativamente breve, de entre treinta a cuarenta años. Mientras el nivel de producción de salmones en Chile era de mil toneladas en 1985, este alcanzó a más de un millón de toneladas en 2020. La más conocida es la producción comercial de salmones, que data de los años 70, pero también ha tomado fuerza la producción de mejillón chileno (choritos), concentrada en la región de Los Lagos.
“La actividad acuícola como actividad económica a nivel global ha ido creciendo de manera sostenida y probablemente se va a expandir más en el futuro y una de las razones es que la actividad pesquera está relativamente estancada desde hace varios años, entre otras cosas por la sobreexplotación de recursos pesqueros alrededor del mundo”, detalló Chávez, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca e integrante del Editorial Board de la revista “Aquaculture Economics & Management”.
Sobre la producción de salmones en Chile, el académico FEN- UTalca explicó que, el desarrollo de la actividad ha generado nuevas oportunidades de empleo e ingresos, incluyendo a grupos de trabajadores más jóvenes y mujeres. “La actividad se conecta con actividades que ocurren en tierra generando efectos económicos multiplicadores, tales como actividades en plantas de procesamiento, transporte, servicios, entre otros, y también es importante desde el punto de vista de las exportaciones del país”.
No obstante, también genera consecuencias cuyo abordaje es tarea pendiente. “Por ejemplo, puede mencionarse externalidades negativas, entre las que se ha discutido sobre el uso de antibióticos, medicamentos para combatir enfermedades y los problemas de escapes de salmones. Entonces, es importante seguir pensando como una industria de este tipo se puede desarrollar en el futuro, pero se puede desarrollar de manera adecuada, cuidando los aspectos ambientales”, detalló el académico FEN- UTalca.
La producción de mejillón chileno, en tanto, alcanza actualmente alrededor de 400 mil toneladas siendo Chile el principal exportador mundial de mejillón y el segundo productor después de China. “Es otra gran industria que genera nuevas oportunidades de empleo e ingresos en sus diversas etapas de producción (recolección de semillas, cultivo o engorda, y procesamiento), pero que también tiene desafíos en materias ambientales para hacerlo sostenible”, dijo.
“En Chile, en el futuro probablemente le vamos a poner más atención al mar, porque puede ser fuente de actividad económica importante”, comentó.
Investigación y producción científica
La investigación científica puede contribuir al desarrollo futuro de la acuicultura, una tarea en la que trabajan diversos expertos, cuya producción de conocimiento destaca la revista “Aquaculture Economics & Management” (Economía y Gestión de la Acuicultura), prestigiosa publicación a cuyo Editorial Board (consejo editorial) se integró el Dr. Carlos Chávez, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca.
La revista especializada publica trabajos científicos originales en diversos aspectos relacionados a la economía y gestión de la acuicultura. “He sido invitado a colaborar con el editor en el proceso de revisión de artículos sometidos a evaluación para posible publicación. Los artículos son evaluados en relación con su mérito y contribución científica”, señaló.
“Existe una diversidad de temas relacionados al desarrollo de la acuicultura que son de interés para economistas y profesionales de gestión. Hay temas vinculados a las tecnologías, innovación, marketing, comportamiento de consumidores, determinación de precios, comercio internacional, diseño regulatorio, entre otros”, cerró.