El decano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Talca manifestó que el elevado precio de las gasolinas sería determinante para el alto IPC reportado en específico para el último mes de 2021.
La inflación más alta en el país en 14 años se registró en el 2021, con un 7,2% acumulado, de acuerdo a lo reportado por el Banco Central, que informó en diciembre una cifra de 0,8%.
De acuerdo al decano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de nuestra Universidad, Rodrigo Herrera, el alza de este último mes del año 2021 se debió a “un tema más estacional, producto de las vacaciones, con un aumento de precios en el transporte y combustibles”.
El académico detalló que esta situación se produjo “principalmente por las celebraciones de fin de año, las ayudas económicas del IFE y los últimos retiros del 10%, dado que seguramente las personas sacaron sus fondos por las fiestas y la planificación de sus vacaciones”.
A esto se suma el factor de la escasez de productos a raíz de la pandemia. “Por ejemplo, el sector automotriz ha aumentado bastante sus precios porque también existe una escasez de vehículos nuevos”, aseguró.
Y agregó que, “si la oferta comienza a crecer prontamente y tenemos mayor disposición de vehículos y aparatos eléctricos en general, los precios debieran empezar a disminuir y nuestro poder adquisitivo aumentar, lo que controlaría en parte la inflación externa. Pero mientras eso no ocurra, seguirán altos y será un poco más difícil controlar este fenómeno”.
Menor poder adquisitivo
El experto precisó que el alza de los precios significa que las personas cuentan con una menor capacidad de compra. A pesar del reajuste de sueldos aprobado para los trabajadores del sector público desde diciembre 2021, éste no sería suficiente para equiparar el aumento.
“En el sector público el reajuste fue del 6,1%. Al fin y al cabo, quedó corto en relación al 7,2% acumulado. Lo que sucede es que las personas terminan ganando menos en cuanto a su ingreso real en relación con lo que fue 2021. Eso, obviamente, perjudica su capacidad de compra. Pero hay que esperar lo que se genere en 2022 y que no siga aumentado”, aseguró.
En el sector privado el panorama es diferente. Según manifestó la autoridad académica, “si las empresas reajustan al IPC acumulado anual, claramente tendrá un impacto muy fuerte porque deberán realizar un reajuste muy alto producto de esta alza”.
Respecto a las proyecciones para el año que comienza, Herrera se mostró más positivo.
“Se acabarán las ayudas estatales y habrá menos disposición de dinero. Debería empezar a estabilizarse la inflación para poder llegar a las metas que espera el Banco Central, cercanas al 3%”, señaló.